1870:
la Federación Regional Española
La
idiosincrasia del proletariado español
Por su configuración, la península ibérica no
favorece ese estatismo centralizador, que en los otros grandes países
europeos ha sido el producto temporariamente inevitable de necesidades
económicas. El estatismo en España ha sido siempre de puro sello dominador y
para proteger la continuación del feudalismo económico de la manumisión
feudal sobre una parte tan grande de la tierra; además para proteger la
gigantesca empresa américo – latina – española de los siglos XVI, XVII y
XVIII. El estatismo español para el pueblo no fue nunca más que el régimen
administrativo, judicial, militar y, por el clero, religioso, que le mantenía
en sumisión forzada y le tomaba lo que podía tomar, en hombres (militares),
impuestos y beneficio garantizado a los propietarios. Había con eso esta
ventaja para el pueblo de las ciudades y de los campos, que pudo conservar
sus tradiciones autonómicas y federalistas y que no concibió ese amor a la
grandeza del Estado que alimenta el autoritarismo, a excepción siempre de
muchos adoctrinados, fanatizados, interesados, que se convirtieron en el
personal ejecutor del Estado, esa clase de perros de guardia que existe en
todos los países. Había esta otra ventaja, que la gran unidad nacional
inspiraba al menos ese sentimiento de sociabilidad que se expresa por
federación y asociación y no dejaba echar raíz a las corrientes de la
atomización de la vida social y de la relegación de los hombres en pequeñas
unidades asociales.
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La Internacional en España
Posted on 7:57 by Librepensador Acrata
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